Yakumo Koizumi

Yakumo Koizumi

小泉八雲

Yakumo Koizumi, más conocido como Lafcadio Hearn, nació en Léucade (Grecia) el 27 de junio de 1850, fue un periodista, traductor, orientalista y escritor británico de madre griega y padre irlandés que dio a conocer la cultura japonesa en occidente.

Cuando Hearn tenía seis años, su familia se trasladó a Dublín, donde Charles dejó a su esposa y a su hijo al ser destinado a las Indias Occidentales. Su madre, antes de volver a su país, confió a su hijo a una tía paterna que vivía en Gales. Deseosa de que cursara carrera eclesiástica, su tía abuela le hizo estudiar en varias escuelas parroquiales; sus padres, en fin, se desentendieron de él y sufrió una infancia bastante triste y solitaria; es más, perdió en un accidente el ojo izquierdo y quedó tuerto, lo que le confirió además un intenso complejo de inferioridad motivado también por su gran miopía; esta es la causa por la cual aparece en sus fotografías sin monóculo, de lado o con los ojos cerrados.

Estudió en Inglaterra, Irlanda y Francia y en 1869 marchó a Nueva York, donde se ganó la vida trabajando en restaurantes. Luego, en Cincinnati (Ohio), trabajó como corrector de pruebas y consiguió ingresar como redactor del The Cincinnati Enquirer en 1873.

Sus artículos sobre el mundo marginal de la ciudad resultaron muy entretenidos y muy pronto le nombraron cronista; pero sus relaciones íntimas con una mulata, Alethea Foley, provocaron un escándalo tal que le echaron. Le admitieron en el periódico rival de esa misma ciudad, The Commercial; sin embargo le despidieron también en 1877; tras siete meses de privaciones se marchó a Nueva Orleans y pudo entrar en el periódico Ítem de esta ciudad; se interesa por el vudú, la historia, la cocina y los barrios bajos del lugar y escribe famosos artículos al respecto; ya en 1881 empezó a trabajar con buen sueldo en The Times Democrat, para el que escribió artículos de fondo y sueltos en los números dominicales, donde también publicó traducciones del francés y el español en un pulido estilo literario: de hecho, se considera que Lafcadio Hearn es el único estilista en esa época de los Estados Unidos. Recogió algunos de estos trabajos en Hojas sueltas de literatura extraña (1884) y en Gombo Zhebes (1885), donde ofrece una imagen decadente y hedonista de Nueva Orleans. A partir de este último año sus textos aparecieron en las revistas de Nueva York y en 1887 publicó Fantasmas de China. Trabajó también en Scribner’s Magazine y ese mismo año The Harper’s Magazine le envió como corresponsal a la Martinica, donde permaneció dos años y medio; fruto literario de esa estancia fueron "Two years in the French West Indies" (Dos años en las Antillas francesas, 1890), la mejor descripción de estas islas publicada hasta hoy, y "Youma, The Story of a West-Indian Slave" ("Yuma, la historia de un esclavo de las Indias Occidentales"), del mismo año. Publica varias traducciones de escritores franceses importantes (relatos de Guy de Maupassant o Las tentaciones de San Antonio de Gustave Flaubert) y también sus primeros escritos propios. De entre estos últimos, dos novelas: "Guita" y "Karma".
Absolutamente harto de la mentalidad y costumbres norteamericanas, en 1890 marchó a Japón para escribir allí otra serie de artículos destinada también a The Harper’s Magazine. Pero, poco después de su llegada a Yokohama, rompió sus relaciones con este periódico irritado por la tiranía de los editores y, con el apoyo del profesor Basil Hall Chamberlain, de la Universidad de Tokio, se dedicó a la enseñanza.
"Visiones del Japón menos conocido" (1894) fue el primero de doce excelentes volúmenes que escribió sobre Japón, cuya lengua nunca llegó a dominar completamente.

Se casó con Setsuko Koizumi, perteneciente a una buena familia japonesa de samuráis; juntos tuvieron cuatro hijos y junto a ella consiguió la estabilidad que había estado buscando en sus viajes. Ella le contó los interesantes cuentos tradicionales de espectros y aparecidos que aprovechó para escribir sus relatos de fantasmas orientales; su dominio de la lengua local era imperfecto y su esposa ignoraba el inglés, pero ambos podían comunicarse en un japonés rudimentario.
Consiguió un empleo de profesor de inglés en Matsue (Shimane); a fin de resolver las cuestiones legales planteadas por su matrimonio, se hizo súbdito japonés en 1895, se convirtió al Budismo y asumió el nombre de Koizumi Yakumo, con lo cual su sueldo pasó a ser muy inferior al de los extranjeros no naturalizados.

En 1894 abandonó la enseñanza y obtuvo el puesto de redactor jefe de The Cronicle, un periódico en inglés de la ciudad portuaria de Kōbe; finalmente, el profesor Chamberlain le obtuvo la cátedra de literatura inglesa de la Universidad de Tokio, donde enseñó hasta 1903 e impartió unas lecciones que fueron publicadas de forma póstuma.
Su última obra es un agudo sumario de los conocimientos que Hearn llegó a reunir sobre su país adoptivo: "Japón. Ensayo de interpretación".

Su labor resulta aún muy valiosa para la comprensión del mundo y de la civilización oriental, y destacó también como un excelente narrador de cuentos de fantasmas; entre las diversas colecciones en que reunió estos relatos, destaca en especial "Kwaidan", que fue además llevada al cine.

Aparece como personaje en el manga "La época de Botchan", de Jiro Taniguchi y Natsuo Sekikawa, donde se insinúa que su vida influyó en la obra de Natsume Soseki.

Durante sus cincuenta y cuatro años de vida produjo una treintena de obras y en 1934, treinta años después de la muerte de Hearn, se inauguró el primer Museo Memorial Lafcadio Hearn junto a su antigua residencia. Esto fue posible gracias a las contribuciones de muchas personas y la donación de artículos pertenecientes a Hearn. Un museo renovado y ampliado abrió sus puertas en el verano de 2016, el 120 aniversario de la naturalización de Hearn como ciudadano japonés y el 82 aniversario de la fundación del museo.

El poeta Yone Noguchi llamó a Hearn un profeta. Esto se debió a que Hearn no estaba atado por el prejuicio del centrismo occidental. Tenía una gran percepción de la esencia de la era Meiji en Japón e hizo propuestas para el futuro de Japón. “Simbiosis con la naturaleza”, “educación de la imaginación”, “aceptar la naturaleza tal como es”, “carácter nacional y desastres naturales”, “las verdades en los relatos de lo sobrenatural”… son todos temas de actualidad.

Hearn falleció en Tokyo el 26 de septiembre de 1904.